El Señor Jesús vino por la ovejas perdidas de la casa de Israel,
Él las amaba tanto que siendo Dios se hizo hombre
y vivió junto a ellas,
no fue indiferente frente a sus necesidades, sino por el contrario, se desvivió por su bienestar
tristemente la mayoría endurecieron sus corazones y no conocieron la visitación de su Salvador, y nuestro amado Señor lloró y hablo lo que está registrado en Mateo 26:37
" ¡Jerusalén, Jerusalén,
que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos,
como la gallina junta sus polluelos
debajo de las alas, ...
y no quisiste!"
Nuestro Señor puso esta comparación de la gallina y su amor protector por sus polluelos para explicarnos que...